miércoles, 15 de marzo de 2017

Loving, amor en los tiempos del racismo.



Dirigida y escrita por Jeff Nichols llega Loving, una película que nos narra la historia sobre el primer matrimonio interracial entre Mildred y Richard Loving (Ruth Negga y Joel Edgerton) que se dio en el Virginia de los años cincuentas. La película toca el amor incondicional de la pareja y el enfrentamiento legal que tienen contra el gobierno –y más específicamente la Suprema corte- de los estados Unidos.

Lo más interesante de la película es la actuación de los estelares, ya que teniendo en las manos, un caso real tan importante en la historia de los derechos humanos, tenían la posibilidad de llevar las interpretaciones a un nivel completamente exagerado y todo lo contrario, las actuaciones se basan en un solo elemento: Las miradas. Las miradas tienen el verdadero papel protagónico, en donde hablan más que cualquier par de labios. Miradas que se encuentran, otras que se cancelan y unas más que revolotean a lo largo y ancho del encuadre.  

Es agradable ver que la elección de elenco de Nichols, no se va por el lado fácil, prefiriendo las caras bellas de Hollywood, sino todo lo contrario, optando por rostros que aunque no cuentan con las características de la belleza establecida, son sumamente interesantes de ver, en especial las peculiares facciones de Edgerton (Richard) que se hacen un camino hacia una nueva definición de lo que es ser atractivo.


La película se encuentra muy bien realizada en todo aspecto técnico, sin embargo el sonido fue el que logró capturar mi atención por completo. Debido al subjetivo tratamiento con el que es mostrado en la película, normalmente el sonido suele estar mostrado –o escuchado, podría ser un  mejor término- desde la mente de la Sra. Mildred Loving. De este modo cuando el personaje femenino se encuentra abstraído, el sonido es nulo o apenas un zumbido que raya casi en el silencio.

Es factible que alguien vea ésta película como algo poco pertinente. Sin embargo, así como el cine está para capturar la realidad que nos rodea, también tiene un fuerte papel en la memoria. En no permitirnos el mortal lujo de olvidar. Loving, nos recuerda que aún en pleno siglo XXI hay que luchar por la igualdad y el respeto. Y hace la reflexión de que amar y se amado es probablemente el derecho humano mayor.


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