lunes, 17 de abril de 2017

XX Pasión por el horror


Como todo en el cine, la primera película de terror también fue un cortometraje: Le manoir du diable (1896) de George Méliès.  Aunque es completamente probable que hoy en día ningún espectador se asuste viendo el cortometraje del genio cinematográfico. Bien vale la pena revisarlo, así que querido lector, a continuación te dejo la primera película de  terror.


La razón por la que saqué a tema Le manoir du diable es porque tiene dos características compartidas con la película XX.  Su género y su cualidad de cortometraje, uno podría pensar que el cortometraje no da aportación alguna, sin embargo la reducción del tiempo y la necesaria capacidad de síntesis hacen que se necesite un discurso mucho más claro para que cuaje en su momento.

XX está formada por cuatro cortometrajes de terror dirigidos por mujeres. (Para comprender la importancia de esto último, les recomiendo leer el post La mujer en el cine).  Los cuatro cortometrajes son:

  • The Box.   Dirección de Jovanka Vuckovic
  • The Birthday Party.   Dirección de Annie Clark
  • Don´t Fall   Dirección de Roxanne Benjamin
  • Her Only Living Son   Dirección de Karyn Kusama



THE BOX 


Todo empieza en un viaje común en metro de una madre con sus hijos. Danny - el hijo menor- tiene interés en la caja roja que lleva un señor del metro. El hombre le deja al niño echar un vistazo a lo que él dice que es un obsequio. El niño espía la caja.
Al llegar a la casa, la familia Jacobs es recibida con una cena nada despreciable, y aún así el pequeño dice no tener hambre alguna.  Las semanas pasan pero el hijo no come... ¿Qué habrá visto en la caja?


El cortometraje explora el terror de lo desconocido, llevándolo a un punto que resulta verdaderamente intrigante. Aunado a ello, toca un tema que es tremendamente interesante de ver: La maternidad. Y lo absorbente que puede llegar a ser. Al grado en el que parece que todos -esposo e hijos- la consumen poco a poco. 


THE BIRTHDAY PARTY


Mary se encuentra preocupada por la organización del cumpleaños de su hija Lucy. Cuenta completamente con la ausencia de David, el padre de la niña. Sin embargo, inesperadamente, se encuentra con él en la casa. 

Este cortometraje, vuelve a centrarse en el punto de vista de la madre, poniendo especial atención en los más absurdos actos de amor que puede realizar por sus hijos. Es interesante el humor que se manifiesta a lo largo de la pieza cinematográfica, sin embargo si logra que el espectador se cuestione si el género es verdaderamente el del horror. 


DON´T FALL


Cuatro amigos se van de excursión, en dicha excursión se encuentran con una curiosa pintura rupestre que puede que funja más como un advertencia que como un vestigio cultural. Lo que era un divertido viaje de amigos se convertirá en la noche más tenebrosa de sus vidas, si no es que la última. 

Don´t Fall es el fragmento que tiene los más típicos recursos de horror, entre la música, la fotografía y el asombroso maquillaje, nos ofrecen un cortometraje que no encajaría en ningún otro género.  La película se encuentra bien realizada y logra ponerle los pelos de punta al espectador. Sin embargo, no tiene un discurso mayor. 


HER ONLY LIVING SON


Cora es llamada por la directora académica de su hijo Andy. Al asistir a la escuela se encuentra con que Andy es acusado de arrancarle las uñas a una de sus compañeras. Cora pone especial atención en la cambiante actitud de su hijo, temiendo lo peor.

El cortometraje nos proporciona dos brillantes actuaciones -La de Cora y Andy- que son apoyadas en un guión terriblemente bien estructurado que captura la atención del espectador desde el primer hasta el último encuadre. 


LOS CORTOS COMO LARGO

No es la primera vez que se propone la recopilación de varios cortometrajes para lograr la creación de un largometraje.  Como se menciona de los espectaculares hay dos factores que unen las cortas historias que se cuentan en la hora y veinte minutos que dura la película.  Como podemos ver se une -o más bien casi se une- otro elemento; el de la maternidad. 

Y es aquí donde inevitablemente -a pesar de su buena hechura- "Don´t Fall" no pertenece. El tercer cortometraje rompe con la línea que plantearon los primeros dos cortometrajes y que vuelve a retomarse en el último. Si todos los fragmentos hubiesen hablado del tema de la maternidad, la obra sería mucho más redonda y por ende más poderosa. 

Junto con los cortometrajes, nos encontramos con pequeños fragmentos animados por la mexicana Sofía Carrillo, que nuevamente refuerzan el discurso de la maternidad a través de metáforas visuales verdaderamente interesantes. Entre ellas, nos topamos con una casa que cuenta con rostro de mujer, que tiene la capacidad de dar o quitar la vida de pequeños juguetes.

Por todo esto, la sensación de que Don´t Fall no pertenece al conjunto cinematográfico se hace aún más presente.  Haciendo que también nos cuestionemos si se puede lograr un discurso femenino o masculino en la cinematografía. ¿Cuál es la diferencia de un director a una directora? ¿Las sutilezas? ¿El acercamiento al género y al tema?  Afortunadamente, considero que la complejidad humana es tan grande que no podemos obtener respuestas a dichas preguntas. 

 XX es una película que vale la pena ser vista.

viernes, 17 de marzo de 2017

Beauty and the beast


La Bella y la Bestia (1991) fue la primera película que vi en el cine, aunque mis -apenas- meses de edad en ese entonces no me permiten decir con certeza cuál fue la reacción de la pequeña niña... Recuerdo con totalidad el segundo visionado, tenía tres años y la emoción de ver a una princesa más valiente y bondadosa que las previas es inolvidable. Mi inevitable enamoramiento con una Bestia, tanto pueril como reflexivo me dejó en claro que había belleza en cada una de las personas con las que me cruzaba. 


Aunado a esto, una cierta identificación con Bella -debido meramente al gusto de la lectura- me hizo querer mejorar cierto rasgos. Y como mi historia seguramente la tuya, querido lector, es igual de hermosa. La Bella y la Bestia (1991) tocó mil y un corazones con su maravillosa animación y encantadores personajes. Y la mayor prueba de que gustó fue la nominación que tuvo a Mejor película,  en dicho año aún no había la premiación a Mejor película animada -de hecho la categoría tiene apenas 16 años vigente- y nuestra animada favorita compitió contra El Silencio de los inocentes(1991), Bugsy (1991) y JFK (1991), resultando ganadora la primera. Aún así La Bella y la Bestia hizo historia al ser la primera película animada en entrar a la categoría de Mejor película. 



Nada más y nada menos de 26 años después llega Disney, aprovechándose de nuestra nostalgia y deseo de revivir los viejos tiempos. Y es así como se anunció el live action de Beauty and The Beast, con Emma Watson, Dan Stevens, Luke Evans y Josh Gad como protagonistas.  Y con la misma emoción con la que vi la versión animada me dirigí al complejo cinematográfico la madrugada del 17 de marzo.

La película tiene tanto aciertos como errores, y aquí vamos a desmenuzarlos. 

La historia tiene ligeros cambios con respecto a la versión animada, algunos de dichos cambios son basados en el cuento de hadas original de La Belle et la Bête escrito por Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve de 1740, en el que la deuda con la Bestia nace porque el padre de Bella toma -o roba- una rosa de sus jardines. Este es uno de los cambios positivos a la historia, mientras que otras líneas se abren para nunca cerrar completamente -como una visita a la infancia de Bella-. Fuera de esto la película es sumamente apegada a la historia de la versión animada. 

Uno de los mayores atinos de la película es la profundización en los personajes secundarios de Gastón y Lefou, haciéndolos mucho más que solo un villano de cartón acompañado de su bufón. Podemos ver a un Gastón casi amable y a un Lefou completamente sensible a los infortunios ajenos, estos pequeños detalles hacen que la película sea más humana -y no solo por la inclusión de actores de carne y hueso-. 
Los personajes objetos se encuentran verdaderamente maravillosos, aunado a unos perfectos efectos especiales, las voces de los actores logran que los personajes sean tan simpáticos y empáticos como los de la película del 91, en especial los grandiosos Ewan McGregor, Ian McKellen y Emma Thompson.
Y el gran pero, llega con los personajes principales... Aunque Emma Watson es una actriz que ha demostrado sus capacidades histriónicas en previas películas como Colonia (2015) y The Bling Ring (2013) es perceptible que falta un "je ne sais quoi" -cito a Le Fou- que no logra del todo llenar los zapatos del personaje animado. 
Y lo cierto, es que el gran error de la nueva Bella es que desentona completamente con el resto de los personajes. Gran parte de esto se debe a que los ideales feministas de la actriz son volcados en el personaje de una forma un tanto arbitraria, haciendo caso omiso del tiempo y el contexto en el que sucede la historia.  Se le quita el oficio al padre para concedérselo a Bella y hacerla aún más rebelde, olvidando que en los 1700´s el simple hecho de que una mujer leyera implicaba un acto de rebeldía. 
Dan Stevens hace un esfuerzo titánico en su representación aunque lamentablemente el uso excesivo de CGI hace que se vea mermada su interpretación, no pude evitar recordar la serie homónima del 87 -escrita nada más y nada menos que por George R. R. Martin-, en la cuál se hacía uso de maquillaje para caracterizar a la Bestia, logrando así un monstruo mucho más orgánico.
De paso aprovecho a comentar que el ardid publicitario generado por el momento gay de Disney es una total y completa exageración. Debido al escándalo generado, esperaba -como mínimo- un beso, pero no llega ni a eso. Es una mirada que permite interpretarla inclusive como un "bromance".

La Bella y la Bestia (1991) ganó a mejor película musical en los Globos de Oro. Debido a esto, el director Bill Condon hizo una de las mejores decisiones: Mantener la película con la música original y quedarse dentro del género de musical. Así entra el genio Alan Menken nuevamente a la historia que ya había ayudado a crear; brindándole un aire fresco con unos cambios que aunque ligeros hacen que la película no se sienta una copia exacta de la previa. Luke Evans, Josh Gad, Ewan McGregor y  Dan Stevens hacen gala de su buena voz, mientras que Emma logra transmitir todas las emociones del personaje con un poco de ayuda del autotune.  
El diseño de producción es verdaderamente maravilloso, con unos escenarios de ensueño y un departamento de arte que logró cuidar hasta el más mínimo detalle, la fotografía llega a imitar los emplazamientos de la película animada -Lo cuál no es sorpresa en los liveactions de Disney- pero logra capturar la belleza de los sets de filmación a un grado sorprendente, cuidando mucho a los actores, haciendo que la iluminación siempre resulte a su favor. 

Para terminar me encontré con un filme que es sin duda alguna disfrutable, con un garigoleado visual que es atractivo e interesante, y que apela a una nostalgia innegable, una nostalgia por esa película que formó parte de la infancia de millones de personas. ¿Supera a la original? No, en ningún momento. 


miércoles, 15 de marzo de 2017

Loving, amor en los tiempos del racismo.



Dirigida y escrita por Jeff Nichols llega Loving, una película que nos narra la historia sobre el primer matrimonio interracial entre Mildred y Richard Loving (Ruth Negga y Joel Edgerton) que se dio en el Virginia de los años cincuentas. La película toca el amor incondicional de la pareja y el enfrentamiento legal que tienen contra el gobierno –y más específicamente la Suprema corte- de los estados Unidos.

Lo más interesante de la película es la actuación de los estelares, ya que teniendo en las manos, un caso real tan importante en la historia de los derechos humanos, tenían la posibilidad de llevar las interpretaciones a un nivel completamente exagerado y todo lo contrario, las actuaciones se basan en un solo elemento: Las miradas. Las miradas tienen el verdadero papel protagónico, en donde hablan más que cualquier par de labios. Miradas que se encuentran, otras que se cancelan y unas más que revolotean a lo largo y ancho del encuadre.  

Es agradable ver que la elección de elenco de Nichols, no se va por el lado fácil, prefiriendo las caras bellas de Hollywood, sino todo lo contrario, optando por rostros que aunque no cuentan con las características de la belleza establecida, son sumamente interesantes de ver, en especial las peculiares facciones de Edgerton (Richard) que se hacen un camino hacia una nueva definición de lo que es ser atractivo.


La película se encuentra muy bien realizada en todo aspecto técnico, sin embargo el sonido fue el que logró capturar mi atención por completo. Debido al subjetivo tratamiento con el que es mostrado en la película, normalmente el sonido suele estar mostrado –o escuchado, podría ser un  mejor término- desde la mente de la Sra. Mildred Loving. De este modo cuando el personaje femenino se encuentra abstraído, el sonido es nulo o apenas un zumbido que raya casi en el silencio.

Es factible que alguien vea ésta película como algo poco pertinente. Sin embargo, así como el cine está para capturar la realidad que nos rodea, también tiene un fuerte papel en la memoria. En no permitirnos el mortal lujo de olvidar. Loving, nos recuerda que aún en pleno siglo XXI hay que luchar por la igualdad y el respeto. Y hace la reflexión de que amar y se amado es probablemente el derecho humano mayor.


jueves, 9 de marzo de 2017

The Salesman



No fue una sorpresa cuando The Salesman , película del Iraní Asghar Farhadi, ganó a mejor película extranjera en los premios de la academia. Aunado a su previo oscar -ganado con la película A Separation (2011)- Farhadi entró en controversia debido al veto migratorio realizado por el actual presidente estadounidense Donald Trump, en el cuál, debido a su nacionalidad, el realizador de cine no tenía permitida la entrada al país y por ende a la premiación de la academia. Posteriormente se le permitió el paso a Farhadi, pero él se rehusó haciendo ver la inconformidad –compartida por miles de personas en el mundo- del veto realizado por Trump.

Se puede especular que la situación política es la razón por la cuál el filme iraní se hizo acreedor al reconocimiento, es una de las razones, pero no la única ni la más importante. Farhadi vuelve a enfocarse en lo que es su especialidad –a diferencia del presidente estadounidense- las relaciones humanas. Rana y Emad Etesami son un matrimonio que se ven obligados a dejar su edificio debido a su ineludible derrumbamiento, mientras están representando la obra Death of a Salesman de Arthur Miller. En su nuevo apartamento Rama sufre un agravio que la lleva al hospital, a lo largo de la película podremos ver a la pareja interactuar después de un perjurio a su intimidad. Emad, focaliza todas sus fuerzas en encontrar al atacante, mientras que Rama solo intenta superar el conflicto.

La película se cuenta cronológicamente, sin tener ni un solo flashback. El tiempo lineal es sin lugar a dudas vital, para que el espectador pueda entrar en la psique y el corazón de los personajes. Todo esto es consolidado con una estética visual quasi-documental, que nos hace sentir que estamos viendo un fragmento de vida. Vida real y pura.  Las actuaciones tienen una calidad orgánica verdaderamente maravillosa, en las que Shahab Hosseini y Taraneh Alidoosti hacen una lujosa exposición de una calidad histriónica tan contenida que logra una potenciar las emociones a un nivel mayor, un nivel que no es aprovechado en la mayoría de los melodramas comerciales que nos llegan a las salas cinematográficas.


Así que querido lector, si disfrutas de un cine sin artimaña, con imágenes sinceras y un discurso humano dale una oportunidad a The Salesman, por que quizá al igual que yo, agradezcas ésta bocanada de aire fresco.




miércoles, 8 de marzo de 2017

La mujer en el cine


Debido a que hoy es ocho de marzo me parece más que pertinente hablar del día que celebramos: El día Internacional de la mujer.  Según la ONU, la primera vez que fue celebrado  fue en el año 1909 en Estados Unidos de América. Y al contrario de la creencia común, no es un día en el que se celebre a la mujer por el mero hecho de serlo, sino por: “(…)la participación de las mujeres en condiciones de igualdad con los hombres en el logro del desarrollo sostenible, la paz, la seguridad y el pleno respeto de los derechos humanos.”


Tan solo catorce años antes de haberse declarado el primer día de la mujer, nació el cine. En la historia del cine los nombres de directores como Méliès, Pathé, Zecca y Porter resuenan con el título de pioneros. Dejando un poco de lado a quien fue, la primera directora mujer de la historia: La francesa Alice Guy, quien en realidad – confirmado hace un par de años por la Cinematheque Francaise - es la fundadora del cine narrativo. Fue guionista, directora y productora en Francia y en Estados Unidos; la directora tuvo varias aportaciones al séptimo arte, sin embargo dicho tema lo ahondaremos en otra publicación. Tras varios cortometrajes que consistían en críticas sociales, comedias y hasta adaptaciones de obras literarias; Alice Guy se hizo un nombre y se posicionó en la industria cinematográfica.

El camino trazado por la realizadora, dejaba en claro que la producción cinematográfica no era un asunto particular del género masculino. Sin embargo, los historiadores no dieron el peso justo a la realizadora y con el pasar del tiempo se le dio prioridad a las obras realizadas por los directores de su propio género. Con el pasar del tiempo, las mujeres se fueron uniendo cada vez más a la industria cinematográfica, no obstante, la mayor parte de la presencia femenina se encontraba en el elenco de los filmes.

En la actualidad, la industria cinematográfica más fuerte y representativa en el mundo es la de Estados Unidos. Por ello, haremos un análisis del posicionamiento de la mujer en dicha industria gracias a la información y datos investigados por la Dr. Martha Lauzen perteneciente a la San Diego State University y a la School of Theatre, Television & Film.  
En el 2016 tan solo el 83% de las películas estadounidenses comerciales fueron realizadas por hombres, dejando el  17% a las mujeres. En el estudio se incluyen todas las siguientes áreas de trabajo: Directores, guionistas, productores, productores ejecutivos, cinefotógrafos y editores. Del 100% las mujeres que trabajaron en la industria los cargos se dividieron de la siguiente forma:



 Lauzen,M. M. (2016)
The Celluloid Ceiling: Behind-the-Scenes 
Employment of Women  on the Top 
100, 250, and 500 Films of 2016. San Diego,
EU.: womenintvfilm.sdsu.edu.
  • Directora 7%
  • Guionista 13%
  • Productora Ejecutiva 17%
  • Productora 24%
  • Editora 17%
  • Cinefotógrafa 5%


Aunado a estos datos, la Escuela de Teatro, televisión y filme de San Diego comparan los datos del año 2016 con el previo y con los años de 2006 y 1998. Como podemos ver en la siguiente gráfica, el 2015 se puede considerar un año favorable a las mujeres en la industria cinematográfica, lamentablemente en el año 2016 volvió a haber un retroceso. Pero haciéndonos de la vista gorda, pongamos atención al año con mayor trabajo  para las mujeres; el porcentaje más alto es el de puesto de productora en el 2015, y aún así no es más que un 26%. Un poco más de un cuarto de las películas realizadas contaban con una mujer en la cabeza del área de producción, en contraste con el 74% que contaban con un hombre.

En el 2016 el 2% de las producciones emplearon a 10 o más mujeres, mientras que el 76% de las producciones emplearon a 10 o más hombres.  Estos datos nos llevan a otra pregunta –una que raya en lo absurdo pero- que es prudente cuestionarnos, ¿Hay mujeres interesadas en entrar a trabajar en el medio cinematográfico? La respuesta es sí.

Lauzen,M. M. (2016)
The Celluloid Ceiling: Behind-the-Scenes 
Employment of Women  on the Top 
100, 250, and 500 Films of 2016. San Diego,
EU.: womenintvfilm.sdsu.edu.


"2016 Celluloid Ceiling" nos muestra los datos recuperados de las quinientas películas más taquilleras en el año, y lo que demuestra es que al haber -por lo  menos- una mujer en puesto directivo, los porcentajes de mujeres trabajando en los otros rubros –que se han mencionado previamente- es mayor que cuando el director es un hombre. En filmes con al menos una directora en puesto el 64% de las guionistas fueron mujeres, 43% editoras, 16% cinefotógrafas y el 6% compositoras. En la gráfica contigua se muestra la diferencia de mujeres contratadas en una producción con al menos una mujer en dirección y con una producción meramente masculina.





Aunado a éstas cifras, podemos ver reflejado el problema de género en los premios más relevantes de la industria: Los Oscares. A lo largo de las premiaciones de la Academia (Ochenta y nueve para ser exactos) solamente 4 mujeres han sido nominadas al premio de “Mejor Director”


1. Lina Wertmüller en 1977 por Seven Beautiesen
2. Jane Campion en 1994 por The Piano
3. Sofia Coppola en 2004 por Lost in Translation
4. Kathryn Bigelow en 2010 por  The Hurt Locker



Bigelow ha sido la única mujer que ha ganado el reconocimiento y dejando de lado las nominaciones a "Mejor Actriz" y "Mejor Actriz de Reparto"; las mujeres tienen poca presencia en comparación con los hombres que realizan el mismo trabajo. Los datos mostrados por Center of Study for women in Television and Film, se centra en las producciones procedentes de Hollywood, y lo cierto es que el medio cinematográfico parece pugnar por mantenerse como un medio meramente masculino.

Para terminar con éste escrito quiero citar a Jane Campion, una de las directoras nominadas a los premios de la Academia:
Me fascinaría ver a más mujeres directoras, porque representan a la mitad de la población y dan la vida al mundo entero. Sin ellas escribiendo o dirigiendo, no podemos conocer la historia completa.”

El cine es una ventana para todas las cosmovisiones que hay en el mundo, es la posibilidad de documentar, de recordar, de crear y por ende, de expresar. Es necesario –me atreveré a decir- impulsar una igualdad en la posibilidad de trabajo en la industria cinematográfica. Ya que el cine, hace que la voz de sus realizadores sea escuchada, y como mujer, sé que nuestro género tiene mil y un discursos que compartir.